DISEÑAR ESCENARIOS VIRTUALES DE
APRENDIZAJE (AULAS EN RED)
JUAN DOMINGO FARNÓS MIRÓ
@juandoming
Las perspectivas de las TIC para la formación vienen
motivadas tanto por los avances de las telecomunicaciones y las tecnologías de
la información, como por las transformaciones que en el campo de la enseñanza
se van dando por efecto de integración y/o adaptación de dichas tecnologías en
el marco educativo. Y en la corriente de esta evolución tecnológica, la
utilización de las TIC ofrece un amplio abanico de posibilidades constituyendo
un reto para la enseñanza.
La experiencia nos muestra que la necesaria flexibilización
de las estructuras docentes implica nuevas concepciones del proceso de
enseñanza y aprendizaje en las que se acentúa la implicación activa del alumno
en el proceso de aprendizaje; la atención a las destrezas emocionales e
intelectuales a distintos niveles; la preparación de los jóvenes para asumir
responsabilidades en un mundo en rápido y constante cambio, y la flexibilidad
de los estudiantes para entrar en un mundo laboral que demandará formación a lo
largo de toda la vida.
Se trata de lograr que los actuales alumnos se transformen
en nuevos usuarios de la formación, con una fuerte participación en el proceso
de enseñanza-aprendizaje donde el énfasis está en el aprendizaje más que en la
enseñanza, y que se caracterizan por ejercer una nueva relación con el saber,
por nuevas prácticas de aprendizaje y adaptables a situaciones educativas en
permanente cambio.
Desde la perspectiva
del rol del alumno, esto implica (Salinas, 1997a): Acceso a un amplio rango de
recursos de aprendizaje; control activo de dichos recursos; participación de
los alumnos en experiencias de aprendizaje individualizadas, basadas en sus
destrezas, conocimientos, intereses y objetivos; acceso a grupos de aprendizaje
colaborativo, que permita al alumno trabajar con otros para alcanzar objetivos
en común para la maduración, éxito y satisfacción personal; experiencias en
tareas de resolución de problemas (o mejor de resolución de dificultades
emergentes antes que problemas preestablecidos) que son relevantes para los
puestos de trabajo contemporáneos y futuros.
Los retos que para la organización del proceso de
enseñanza-aprendizaje ofrecen dichas implicaciones dependerán en gran medida
del escenario de aprendizaje (el hogar, el puesto de trabajo o el centro de
recursos de aprendizaje), es decir el marco espacio-temporal en el que el
usuario desarrolla actividades de aprendizaje. El apoyo y la orientación que
recibirá en cada situación, así como la diferente disponibilidad tecnológica
son elementos cruciales en la explotación de las TIC para actividades de
formación en esta nueva situación, pero en cualquier caso se requiere
flexibilidad para cambiar de ser un alumno presencial a serlo a distancia y a
la inversa, al mismo tiempo que flexibilidad para utilizar autónomamente una
variedad de materiales.
Esto supone la existencia
de nuevos espacios de intervención educativa en cuanto que aparecen todos estos
nuevos escenarios (hogar, centros de recursos multimedia, centros comunitarios
polivalentes, centros municipales, la propia institución educativa, etc.) donde
se realizan aprendizajes enmarcados en acciones tanto de la educación formal,
como de la no formal y la informal. Estas nuevas modalidades de
formación requieren acciones de orientación y guía, así como de gestión de los
recursos de aprendizaje.
Una manera de explicar las posibilidades de la
Internet como medio de comunicación es conceptualizarla como un conjunto de
"herramientas" y de "espacios" en los que comunidades de
seres humanos con intereses comunes interactúan e intercambian información
(December, 1995):
* Espacios para la comunicación síncrona y
asíncrona individuo-individuo o individuo-grupo.
* Espacios para la interacción y la actividad
social.
* Espacios para la información, para la
distribución, búsqueda y recuperación de información en cualquier formato
digital.
* Espacios para la educación y la formación.
Pero es necesario no confundir
"información" con "conocimiento" o "educación".
Los objetivos educativos van más allá de los objetivos informativos: un
noticiario televisivo es informativo (más o menos, o de una manera
"mediada", si se quiere), pero no es "educativo". Muchos de
los planteamientos actuales en el uso de las redes informáticas para la
educación no pasan de ser "informativos" o "editoriales",
es decir, no se asientan sobre metodologías de enseñanza/aprendizaje. Las
metáforas que los describen son el libro de texto tradicional o el documental,
no la experiencia de aprendizaje o el contacto directo con la realidad. Por
ello, desde hace 10 años aproximadamente, ha aparecido un nuevo campo de
investigación: la educación por línea, es decir, los procesos educativos cuyo
medio de comunicación fundamental son las redes informáticas. Si consideramos
la formación presencial y su escenario fundamental, el aula, como un sistema de
comunicación de banda ancha que abarca todos los sentidos humanos (algunos más
utilizados que otros), las comunicaciones digitales se caracterizarían
actualmente por las limitaciones en el ancho de banda, pero por una mayor
flexibilidad en las coordenadas espacio-temporales. La educación por línea se
realiza en espacios virtuales, lugares no existentes más que como experiencia
subjetiva compartida por personas que utilizan un conjunto de formas de
intercambio de información basadas en sistemas de ordenadores, redes
telemáticas y aplicaciones informáticas.
Comunicación real en el aula virtual
El concepto fundamental implícito en las
últimas experiencias de educación por línea es el de "aula virtual":
un intento de implementar mediante aplicaciones telemáticas la calidad de la
comunicación de la formación presencial en la educación a distancia. En
ocasiones, en el lenguaje cotidiano oponemos "virtual" a
"real". Sin embargo, lo virtual es aquello que posee las mismas
características y efectos que los objetos o situaciones reales que representa.
Las aulas virtuales son la manera de incorporar los efectos didácticos de las
aulas reales a contextos en los que no es posible reunir físicamente a los
participamtes en un proceso de enseñanza/aprendizaje. Es evidente que la
modalidad educativa que más se puede beneficiar de esta tecnología es la
enseñanza a distancia.
El "aula virtual" (virtual
classroom) es el concepto que agrupa actualmente las posibilidades de la
enseñanza por línea en Internet. En principio, un "aula virtual" es
un entorno de enseñanza/aprendizaje basado en un sistema de comunicación
mediada por ordenador. Todos tenemos experiencia con aulas
"normales", arquitectónicamente tangibles: son el espacio en el que
se producen el conjunto de actividades, intercambios y relaciones comunicativas
que constituyen el eje fundamental de la enseñanza y el aprendizaje. Evidentemente,
no todo lo importante en educación se produce estrictamente dentro del aula.
También tenemos laboratorios y bibliotecas, y pasillos, cafeterías y otros
espacios para la relación interpersonal. Los alumnos estudian en sus casas o
residencias. En cuanto a las actividades, no todo el "trabajo en el
aula" es clase magistral en gran grupo: se dan seminarios o sesiones en
pequeño grupo, trabajo cooperativo entre estudiantes, estudio individual y
otras múltiples actividades, algunas de modo informal.
Pero, como afirman Hiltz y Turoff (1993), no
es la tecnología hardware y software la que proporciona el potencial de mejora
del proceso educativo. Los entresijos de estos mecanismos de comunicación deben
llegar a ser lo más invisibles posible para los participantes. La tecnología
pedagógica principal utilizada en la enseñanza en línea es el aprendizaje
cooperativo:
"El aprendizaje cooperativo se define
como un proceso de aprendizaje que enfatiza el grupo o los esfuerzos
colaborativos entre profesores y estudiantes. Destaca la participación activa y
la interacción tanto de estudiantes como profesores. El conocimiento es visto
como un constructo social, y por tanto el proceso educativo es facilitado por
la interacción social en un entorno que facilita la interacción, la evaluación
y la cooperación entre iguales " (Hiltz y Turoff, 1993).
El conjunto de aplicaciones informáticas
disponibles actualmente en Internet, adecuadamente integradas, nos permite
crear un entorno muy rico en formas de interacción y, por tanto, muy flexible
en estrategias didácticas.
¿Cuáles son las las principales diferencias
entre los entornos de formación presencial y los virtuales? En general, cuando
nos referimos a los entornos presenciales de formación los situamos en un
espacio cerrado (un aula en una institución educativa) y utilizando los
materiales habituales (libros, blocs de notas, mesas, sillas, etc.) y con
procesos de comunicación cara a cara. Cuando nos referimos a entornos virtuales
de formación, debemos tomar, necesariamente, otros referentes. Nos referiremos
a un espacio de comunicación que integra un extenso grupo de materiales y
recursos diseñados y desarrollados para facilitar y optimizar el proceso de
aprendizaje de los alumnos y basado en técnicas de comunicación mediadas por el
ordenador.
Entre las contribuciones de las TIC en el
campo educativo, una de las principales es abrir un abanico de posibilidades de
uso que pueden situarse tanto en el ámbito de la educación a distancia, como en
el de modalidades de enseñanza presencial. Para diseñar y desarrollar entornos
de formación basados en estas tecnologías habrá que tener presente esta
circunstancia y plantear situaciones que se adapten a una diversidad de
situaciones (por parte del alumno, del profesorado, de la institución, etc.).
Conocer las posibilidades que las características de las distintas aplicaciones
y entornos susceptibles de ser usados, va a ser crucial para sacar el máximo
partido a estas tecnologías.
Pero sus
posibilidades descansan, tanto o más que en el grado de sofisticación y
potencialidad técnica, en el modelo de aprendizaje en que se inspiran, en la
manera de concebir la relación profesor-alumnos, en la manera de entender la
enseñanza. Deben ser estudiadas por tanto desde una óptica pedagógica.
Las perspectivas
que las TIC presentan para su uso educativo, exigen nuevos planteamientos que a
su vez requerirán un proceso de reflexión sobre el papel de la educación a
distancia en un nuevo mundo comunicativo, pero también provocarán un
cuestionamiento de las instituciones educativas. En efecto, el entramado de
redes de comunicación y las posibilidades crecientes de los sistemas multimedia
cuestionan, tanto para la educación a distancia como para la presencial, la
utilización de los sistemas educativos convencionales.
Muchos de los
conceptos asociados con el aprendizaje en la clase tradicional, pero ausentes
cuando se utilizan sistemas convencionales de educación a distancia, pueden
reacomodarse en la utilización de redes para le enseñanza, dando lugar a una
nueva configuración de la enseñanza que puede superar las deficiencias de los
sistemas convencionales (tanto presenciales como a distancia). En este sentido,
un posible punto de encuentro entre los planteamientos de las TIC en la
educación a distancia y las situaciones presenciales podemos encontrarlo en
estos planteamientos del aprendizaje abierto. Ambos educación a distancia y
aprendizaje abierto disponen de una trayectoria en el campo pedagógico que al
mismo tiempo que ofrecen numerosos puntos de referencia a la hora de entender
el uso de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje, aportan también
elementos de su propia tradición que dificultan dicha tarea (Salinas, 1997b).
Por ello, viene siendo frecuente utilizar el concepto de enseñanza o formación flexible como contexto donde analizar las TIC y sus posibles planteamientos
en la formación. Por ejemplo, Moran y Myrlinger (2000) definen el ideal de
aprendizaje flexible como “los enfoques de enseñanza y aprendizaje que están
centrados en el alumno, con grados de libertad en el tiempo.
“La enseñanza formal y, fundamentalmente, la enseñanza
superior ‘convencional’, sea presencial o a distancia, se ve transformada
evolucionando hacia modalidades de aprendizaje abierto, donde se produce una
oferta educativa flexible. Este tipo de oferta flexible requiere materiales
diseñados para un doble uso: tanto los estudiantes presenciales, como aquellos
que no pueden estar físicamente presentes, conseguirán el acceso al aprendizaje
a través de una variedad de medios y con la posibilidad de clases tutoriales y
entrevistas personales. En el diseño de estos nuevos ambientes o entornos
virtuales lo fundamental no es la disponibilidad tecnológica, también debe
atenderse a las características de los otros elementos del proceso instructivo
y en especial al usuario del aprendizaje. No son los mismos usuarios (no
presentan las mismas necesidades de aprendizaje, las mismas motivaciones, la
misma independencia, situaciones laborales y profesionales, las mismas
condiciones y disponibilidades, etc.), o no pretenden los mismos aprendizajes,
los que aprenden desde el hogar, que los que lo hacen desde el puesto de
trabajo o en un centro educativo convencional.
Mason y Kaye
(1990), por su parte, señalaban que la aplicación de la comunicación mediada
por ordenador estaba haciendo cambiar la naturaleza y estructura de las
instituciones coetáneas de educación a distancia de diferentes formas, e
indicaban tres implicaciones de dicho uso:
• La desaparición de las distinciones conceptuales entre la
educación a distancia y la educación presencial.
• El cambio de los roles tradicionales del profesorado, tutores
adjuntos y staff administrativo y de apoyo.
• Proporcionar una oportunidad, que nunca existió antes, de crear
una red de estudiantes, un ‘espacio’ para el pensamiento colectivo y acceso a
los pares para la socialización y el intercambio ocasional.
Estos autores
señalan la perspectiva del alumno como la más adecuada para un modelo de
educación mediante el uso de las TICs, al ofrecer una considerable autonomía,
pudiendo ser usadas como herramientas en la maduración de los estilos de
aprendizaje de los estudiantes y en el desarrollo de estrategias de aprendizaje
independientes.
A la hora de
resaltar los componentes que configuran un entornos virtual de formación
encontramos una variedad de propuestas. Para Collis y Moneen (2001), en el
aprendizaje flexible en la educación superior podemos considerar 4 componentes:
• Tecnología que se refiere tanto a los ordenadores y redes, como
a las herramientas y aplicaciones de software. Es decir, ‘aplicaciones
tecnológicas’ cuyo uso educativo puede ser publicación y diseminación de la
información, comunicación, colaboración, tratamiento de la información y los
recursos, así como propósitos específicos de enseñanza y aprendizaje o
integración de cursos,
• Pedagogía, que se ocupa del enfoque o de los modelos
pedagógicos, la orientación de las actividades, marco de flexibilidad de las
mismas, etc…
• Estrategia de implementación relacionado con los factores que
caracterizan la innovación
• Marco institucional.
• Comunicación mediada por ordenador (Componente tecnológico)
Sustituir el término abierto por el de
flexible, ya que lo importante del aprendizaje abierto es precisamente que
flexibiliza algunos de los determinantes del aprendizaje. De acuerdo con Race
(1994), un buen sistema de enseñanza flexible es el que permite:
•
Acomodarse directamente a las formas en que la gente aprende naturalmente
•
Apertura a diferentes necesidades y lugares de aprendizaje
•
Abrir varias opciones y grados de control al usuario
•
Basarse en materiales de aprendizaje centrados en el alumno
•
Ayudar a que los usuarios se atribuyan el mérito de su aprendizaje y
desarrollar un sentimiento positivo sobre su consecución
•
Ayudar a conservar destrezas comunicativas ‘humanas’ para cosas que necesitan
realmente presencia y feedback humanos.
El que las decisiones sobre el aprendizaje
recaigan en gran medida en el usuario de la formación, constituye una de las
razones por las que el concepto de aprendizaje abierto /enseñanza flexible
aparece más y más asociado con el uso de sistemas multimedia e interactivos, al
ofrecer un mayor grado de descentralización del acceso al aprendizaje.
Si estamos hablando de educación de personas
adultas, de aquellas que tienen conciencia autónoma y la ejercen en relación a
su aprendizaje, convendremos que la aplicación de las TIC a la formación cae
dentro de lo venimos considerando como enseñanza flexible. Significa, pues, que
el usuario tiene elección de acceso a los recursos de aprendizaje, tiene
libertad de maniobra, tiene control activo sobre la forma en que aprende.
Estamos, en definitiva, ante procesos centrados en el alumno, que han sido
tradicionalmente contemplados en Didáctica.
En este contexto, la
explotación de las posibilidades de las TIC en relación a las experiencias de
enseñanza flexible debe contribuir a lograr:
• Constituir un medio de
solucionar necesidades de una educación más individual y flexible relacionada
con necesidades tanto individuales (combinación del trabajo y estudio,
reciclaje, o relativas al ritmo de aprendizaje, a la frecuencia, al tiempo, al
lugar, al grupo de compañeros, etc.) como sociales (formación a grupos
específicos o diferenciación de programas de estudio dirigidos a una nueva y
mejor cualificación en el mercado de trabajo).
• Mejorar el acceso a
experiencias educativas avanzadas permitiendo a estudiantes e instructores
participar en comunidades de aprendizaje remoto en tiempos y lugares adecuados,
utilizando ordenadores en el hogar, en el campus o en el trabajo.
• Mejorar la calidad y
efectividad de la interacción utilizando las TICs para apoyar procesos de
aprendizaje colaborativo, entendido como aquel proceso de aprendizaje que hace
hincapié en los esfuerzos cooperativos o de grupo entre el profesorado y los
estudiantes, y que requiere participación activa e interacción por parte de
ambos, profesores y alumnos, frente a los modelos tradicionales de aprendizaje
acumulativo.
Para Harasim (1990), la educación on-line supone nuevos entornos, con
nuevos atributos, y requiere nuevos enfoques para Mason y Kaye (1990), por su
parte,
•
Medios didácticos
•
Flexibilidad (Elementos del aprendizaje abierto)
•
Entorno organizativo (Componente institucional)
•
Aprendizaje y tutoría (Componente didáctico)
Considerar estos componentes es meramente
metodológico ya que las divisiones entre ellos no son precisas. No obstante nos
ayuda a ordenar algunos de los elementos que deben tenerse en cuenta en
relación a los entornos flexibles de formación, su diseño, gestión y la
investigación relacionada.
Si nos centramos en el
componente tecnológico, por ejemplo, lo asociamos principalmente al sistema de
Comunicación mediada por ordenador utilizada. Desde esta premisa, presenta los
siguientes elementos:
a.- Sistema de
comunicación. El
sistema de comunicación constituye uno de los elementos de análisis ya que
determinará –o mejor condicionará- y será condicionado por los otros elementos
puestos juego.
b.- Sistema de
recursos compartidos: De
acuerdo con el sistema de comunicación utilizado la forma de compartir (
distribuir, acceder, etc..) los recursos puede ser: Asincrónica (cuando se
trata de sistemas de información compartida o bases de datos multiusuario,
mediante: Acceso multi-usuario (solo lectura) a recursos electrónicos
compartidos o a otras bases de datos numéricas/textuales; o sistemas de
archivado compartido p.e.: Documentos compartidos, hipertextos compartidos,
mapas conceptuales compartidos); o sincrónicas (sistemas de espacios de trabajo
compartido, tales como pizarra inteligente en pantalla o pantalla remota
compartida).
c.- Sistema de
apoyo específico a la actividad del grupo.
El sistema de apoyo específico esta bastante relacionado con el entorno
organizativo que se estudiará más adelante y puede presentar la forma de: Clase
virtual; sistema de gestión de proyectos, u otros (herramientas de coautor,
generación de ideas, priorización de herramientas, herramientas de
argumentación, apoyo a la decisión,…).
Sobre este componente
tecnológico tendremos que situar, así, los otros componentes, como los medios
educativos implicados en los nuevos entornos de formación, que serán más
centrados en el alumnos y que siguen constituyendo, sin embargo, uno de los
elementos más importantes a considerar en cualquier modelo de educación
flexible. Las decisiones respecto a los medios condicionarán las tomadas
respecto al componente tecnológico y a la inversa, este condiciona qué medios
podremos incluir.
La flexibilidad es una de
las cualidades de los nuevos entornos de aprendizaje que ya analizamos
anteriormente. En este sentido podemos hablar de dos dimensiones:
•
Administrativa, más relacionada con elementos que tradicionalmente han sido
considerados dentro del aprendizaje abierto: requisitos, lugar, comienzo y/o
final libre, tutoría bajo demanda, duración, canales de distribución, lugar,
apoyo,
•
Didáctica, que hace referencia a elementos más relacionados con el aprendizaje
centrado en el alumno: secuencias flexibles de aprendizaje, objetivos,
contenidos y métodos de aprendizaje negociados, evaluación convenida, elección
del sistema de apoyo, etc.
Todo ello permite, y requiere al mismo
tiempo, establecer organizaciones educativas ‘virtuales’, a las que los alumnos
pueden acceder desde la misma región, o de distintos países. Estas
organizaciones virtuales pueden proporcionar casi todos los servicios que se
ofrecen en las organizaciones tradicionales de enseñanza-aprendizaje. Al mismo
tiempo las organizaciones y los entornos virtuales de aprendizaje son más
flexibles en su naturaleza que las tradicionales organizaciones educativas.
Por último, entre los
componentes de corte más didáctico relacionados con el aprendizaje y la tutoría
se han de considerar aspectos de los que no vamos a ocuparnos aquí, pero que
condicionan fuertemente el éxito de este tipo de entornos de formación:
Componentes interactivos, teorías cognitivas, estrategias didácticas, etc.
Las TIC en la enseñanza
En situaciones
convencionales de enseñanza-aprendizaje la presencia de las TICs no supone
grandes transformaciones en los elementos curriculares (profesor, currículo,
alumno, estrategias,...). Lo que sí sucede es que son integradas en los modelos
existentes enriqueciendo potencialmente el proceso didáctico en dos
direcciones: el acceso a la información y la explotación de las redes como
medio de comunicación.
En el primer
caso podemos encontrar infinidad de ejemplos de información disponible que
puede ser útil y adecuada para distintos niveles y situaciones de formación:
Imágenes de otros lugares de la tierra, documentos, grandes bases de datos,
materiales didácticos preparados en otras latitudes, experiencias educativas,
etc.
En este sentido
las redes configuran una dispersa, variopinta y gigantesca 'mediateca'.
En el segundo
caso, las redes son utilizadas para llevar a cabo proyectos en común. De esta
forma los alumnos se integran en grupos y comunidades que abren los horizontes
del aula al contactar con compañeros situados en cualquier punto del planeta.
La simple
introducción como un banco de información, de experiencias y recursos provoca
cambios ya importantes en la forma de enseñar, en los profesores y alumno. Se
requiere, entre otras cosas, acciones educativas, que más que con la
tecnología, están relacionadas con el uso, selección, utilización y
organización de la información. Paralelamente, se hace necesaria una formación
del profesorado en la misma dirección.
Es seguro que se extenderán
y multiplicarán las experiencias exitosas de explotación de las redes en los
niveles de enseñanza primaria y secundaria. Pero, donde seguramente se
producirán un mayor número de experiencias será sin duda en la enseñanza
superior (universitaria, actualización profesional, educación permanente). Sea
presencial o a distancia, se ve transformada evolucionando hacia modalidades de
aprendizaje abierto, donde se produce una oferta educativa flexible. Este tipo
de oferta flexible requiere materiales diseñados para un doble uso: tanto los
estudiantes presenciales, como aquellos que no pueden estar físicamente
presentes, conseguirán el acceso a los aprendizajes de una manera similar.
En el diseño de estos nuevos ambientes o
entornos lo fundamental no es la disponibilidad tecnológica, también debe
atenderse a las características de los otros elementos del proceso instructivo
y en especial al usuario del aprendizaje. No son los mismos usuarios (no
presentan las mismas necesidades de aprendizaje, las mismas motivaciones, la
misma independencia, situaciones laborales y profesionales, las mismas
condiciones y disponibilidades, etc.), o no pretenden los mismos aprendizajes,
los que aprenden desde el hogar, que los que lo hacen desde el puesto de
trabajo o en un centro educativo convencional.
Lo verdaderamente importante
es la utilización de una variedad de tecnologías de la comunicación para
proporcionar la flexibilidad necesaria para cubrir necesidades individuales y
sociales, lograr entornos de aprendizaje efectivos, y para lograr la
interacción de estudiantes y profesores.
Los modelos de
experiencias de utilización de las TIC en la formación
A la vista de
las variadas experiencias con TIC en la formación on-line, sobre todo en el
nivel superior, puede comprobarse que ofrecen distintos grados de evolución,
que en gran medida se traduce en nivel de complejidad y madurez del sistema.
Roberts, Romm y Jones (2000) en función de la evolución del sistema y centrado
preferentemente en instituciones convencionales hablan de modelos de
iniciación, estándar, evolucionado y radical. De los cuales, a continuación se
describen las principales ventajas, limitaciones y situaciones donde cada uno
de los modelos resulta aconsejable.
a.- Modelo de iniciación
Se caracteriza
por ofrecer apuntes de la clase presencial, mínimamente transformados,
accesibles desde la red, generalmente en formato web. Generalmente no se
ofrecen oportunidades para la interacción o el diálogo, ni se proporcionan
recursos extra. La utilización de Internet como apoyo en el aprendizaje y en la
enseñanza requiere un cambio de cultura tanto para los profesores como en los
estudiantes. Por lo tanto, no sorprende, que este modelo minimalista sea
ampliamente usado por aquellos más cautelosos ante tal cambio.
En todo caso,
este modelo es aconsejable en aquellos contextos de aprendizaje donde:
• El tiempo de preparación sea extremadamente limitado,
• El espacio en el servidor Web sea como un premio,
• El instructor sea nuevo en la distribución basada en Web y fallen
las destrezas básicas relativas a ordenadores.
b.-
Modelo estándar
Trata de utilizar activamente las ventajas
proporcionadas por la tecnología para permitir un cierto grado de comunicación
e interacción entre estudiantes y profesores. Entre los elementos presentes en
este modelo destacan:
•
Recursos electrónicos en forma de enlaces desde la página del curso,
•
Copias electrónicas de todos los materiales impresos del curso,
•
Diapositivas de las clases en formato ppt,
•
Notas de las clases presenciales,
•
Tareas y soluciones de talleres,
•
Guías para la realización de actividades,
•
Indicaciones para contactar con los profesores del curso,
•
Copias de exámenes de cursos anteriores
•
Aspectos clave o recomendaciones para los exámenes actuales
•
Una lista de discusión electrónica para el curso
La utilización de este
modelo es apropiada cuando:
•
El profesor está por primera vez experimentando con la gestión de la enseñanza
a través de la Web , o
•
los estudiantes están participando por primera vez en un curso de estas
características,
•
se prefiere, por alguna razón, la distribución de actividades en papel,
•
las clases no pueden ser grabadas
c.- Modelo evolucionado
El modelo evolucionado mejora al estándar
ya al introducir otros elementos complementarios de cara a mejorar tanto el
entorno de enseñanza como el de aprendizaje. Estos elementos pueden ser:
•
Distribución en CD-ROM del material Web tal como está al inicio del curso
•
Clases pregrabadas en audio disponibles tanto en CD como en la Web
•
Animaciones para explicar muchos conceptos
• Clases en ‘vivo’ como respuesta a demandas
específicas de estudiantes
d.-
Modelo radical
Mientras los tres modelos
anteriores tratan, en medida distinta, de adaptar el modelo de enseñanza presencial
a un formato Web, el modelo radical ignora el concepto de clases. Aquí, los
estudiantes son organizados en grupos y aprenden interactuando entre ellos y
utilizando una vasta cantidad de recursos Web existentes, y el profesor actúa
como guía, asesor, facilitar, o cuando es requerido.
Las características
diferenciales de este modelo serían:
•
el envío de un vídeo a todos los estudiantes al comienzo del semestre
explicando la forma en que el curso funciona.
•
Mínima instrucción tradicional del instructor
•
Expectación de que los estudiantes usarán los materiales y harán un uso
extensivo de los buscadores y otras facilidades para buscar otros recursos
disponibles en la Web
•
Uso intensivo de las listas de discusión del curso para comunicación
•
La sustitución de clases por presentaciones electrónicas on-line preparadas por
los mismos estudiantes, basados en los tópicos de la semana respectivamente
•
Localización de los estudiantes en grupos, cada uno de los cuales es
responsable no solo de proporcionar presentaciones electrónicas sobre algún
punto durante el semestre, sino también de responder críticamente al resto de
presentaciones.
Las situaciones en que la
aplicación de este modelo resulta aconsejable son:
•
Cuando el se considere beneficioso el trabajo en grupo,
•
Los estudiantes están familiarizados on el uso de la Web, las herramientas de
comunicación y sistemas de búsqueda de información
•
Y cuando existan recursos suficientes y relevantes para el contenido del curso
en la red
Elementos de análisis de la enseñanza on-line :
Una de las fuentes para la
identificación de los elementos que conformarían un modelo de educación
flexible lo constituyen las distintas clasificaciones de uso de las redes en la
formación o las cualidades o atributos que dicha utilización supone.
Una de estas propuestas, la
de Riel y Harasim (1994) diferencia entre la interacción y la recuperación de
la información de la siguiente manera:
•
Aprendizaje colaborativo en red
•
Colaboración a través de las aulas (conexión de clases en distintas
localizaciones geográficas que intercambian información y desarrollan
actividades de grupo)
•
Teleaprendizaje (Comunicación de los alumnos con expertos o profesionales que
han acordado servir de mentores)
•
Telepresencia (Los alumnos utilizan la red para observar/asistir a
acontecimientos en lugares remotos, para acceder a recursos lejanos,…)
•
Desarrollo profesional (acceso a comunidades virtuales de expertos, comunidades
de práctica, listas de discusión, etc.…)
•
Cursos en línea (Utilización de la red para la distribución de cursos mediante
el uso de conferencias electrónicas BBS, etc.…)
•
Enseñanza a distancia en red (Utilización de la red para facilitar a los
estudiantes que tienen problemas el acceso a los medios de aprendizaje)
•
Recuperación de información en red
•
Bases de datos e información en archivos
•
Información proveniente de personas
Repercusiones en el diseño didáctico del
entorno de formación
Todo esto afecta
a tres aspectos que están relacionados con la explotación del potencial de las
TIC:
- La existencia
de una dicotomía entre enseñanza a distancia y auto-dirección (o lo que es lo
mismo, entre la aplicación a la gestión de cursos y la explotación para
potenciar la autonomía del alumno);
- El uso de la
comunicación mediada por ordenador como un potente instrumento de aprendizaje
independiente (y a distancia),
- La necesidad
de nuevos escenarios donde conjugar las relaciones entre comunicación mediada
por ordenador y la auto-dirección en el aprendizaje.
Respecto al primer aspecto, no parece
necesario insistir en la diferenciación entre ambos conceptos, ni en las
posibilidades que entre la mera aplicación de enseñanza a distancia y la
organización de experiencias dirigidas a desarrollar la autonomía del alumno en
el aprendizaje podemos encontrar.
En cuanto al
segundo, se trata de trasladar el foco de atención de las inmensas
posibilidades que las TIC tienen para la enseñanza a distancia dirigiéndolas
hacia el análisis de su uso en el desarrollo de la autonomía del alumno. El
tema se centra de nuevo en el control del proceso de aprendizaje, el desarrollo
de la independencia del estudiante, la organización de grupos de aprendizaje
colaborativo, etc.
b.- Repercusiones en el diseño de
materiales.
Los materiales
didácticos en estas situaciones tienen que formar verdaderos paquetes
didácticos integrados por audio, vídeo, diapositivas, textos y software. Estos
materiales deben ser diseñados para un doble uso: tanto los estudiantes
presenciales, como aquellos que no pueden estar físicamente presentes,
conseguirán el acceso al aprendizaje a través de una variedad de medios y con
la posibilidad de clases tutoriales y entrevistas personales. Cada una de estas
dos dimensiones pueden considerarse como un contínuum, que configuran desde los
materiales cerrados en situaciones de enseñanza presencial hasta materiales
abiertos en enseñanza a distancia, pasando por materiales cerrados a distancia
y materiales de carácter abierto para enseñanza de tipo presencial.
Tradicionalmente el
E-LEARNING se ha vinculado con la educación a distancia. Evidentemente, las
aulas virtuales de e-learning son poderosas herramientas que han permitido
incrementar la calidad de los procesos formativos a distancia, y los estudios
ofertados por este tipo de instituciones educativas han sido pioneros en el
desarrollo del e-learning. Sin embargo, como ya apuntamos anteriormente, hoy en
día los recursos educativos distribuidos a través de la Web –bien abiertos y públicos,
bien en espacios cerrados virtuales- también son empleados en diversidad de
situaciones presenciales. De este modo, podemos identificar tres grandes
modelos de utilización de los recursos de Internet, en general, y de las aulas
virtuales de forma más específica en la docencia en función del grado de
presencialidad o distancia en la interacción entre profesor y alumnado. Estos
tres grandes modelos a los que nos referimos son los siguientes:
Modelos
de uso de aulas virtuales en la docencia.
1.
Modelo de docencia presencial con Internet: el aula virtual como complemento o
recurso de apoyo.
Este modelo representa el
primer nivel o ámbito inicial y básico de uso de las aulas virtuales por la
mayor parte del profesorado que comienza a explorar el uso de Internet en su
docencia. Consiste en plantear el aula virtual como un apéndice o anexo de la
actividad docente tradicioanl. Es decir, el profesor no cambia ni los espacios
de enseñanza que habitualmente utiliza, ni el tipo de actividade que plantea a
sus estudiantes ni las formas que emplea de comunicación con los mismos. El
aula virtual en este modelo se comvierte en un recurso más que tiene el
profesor a su alcance junto con los que ya dispone: pizarra, laboratorio,
seminario, o cañón de proyección multimedia.
Normalmente el uso de
estas aulas virtuales son para transmitir información: es decir, colgar los
apuntes y otros documentos de estudio de la asignatura, el programa de la
mismas, los horarios de tutorías en el despacho o las calificaciones de los
trabajos y exámenes de los estudiantes. El aula virtual en este modelo es un
híbrido entre la fotocopiadora y el tablón de anuncios ya que lo que prima es
la información. Por otra parte apenas existe comunicación entre los estudiantes
y entre éstos y el docente. Asimismo no es habitual el plantear tareas o
actividades para que sean cumplimentadas a través del aula virtual.
En síntesis, en este
modelo de uso de aula virtual lo relevante sigue siendo el proceso de enseñanza
presencial del aula física (exposiciones magistrales, debates, prácticas de
laboratorio, …). El profesor sigue haciendo lo de siempre, pero apoyado en un
recurso tecnológico.
2.
Modelo de docencia semipresencial: el aula virtual como espacio combinado con
el aula física o blended learning
Este segundo modelo se
caracteriza por la yuxtaposición o mezcla entre procesos de
enseñanza-aprendizaje presenciales con otros que se desarrollan a distancia
mediante el uso del ordenador. Es denominado como blended learning (blearning),
enseñanza semipresencial o docencia mixta. El aula virtual no sólo es un
recurso de apoyo a la enseñaza presencial, sino también un espacio en el que el
docente genera y desarrolla acciones diversas para que sus alumnos aprendan:
formula preguntas, abre debates, plantea trabajos, … En este modelo se produce
una innovación notoria de las formas de trabajo, comunicación, tutorización y
procesos de interacción entre profesor y alumnos.
La enseñanza
semipresencial o blearning requiere que el docente planifique y desarrolle
procesos educativos en los que se superponen tiempo y tareas que acontecen bien
en el aula física, bien en el aula virtual sin que necesariamente existan
interferencias entre unas y otras. Asimismo el profesor debe elaborar
materiales y actividades para que el estudiante las desarrolle autónomamente
fuera del contexto clase tradicional. Evidentemente dentro de este modelo
existen variantes o grados en función del peso temporal y de trabajo
distribuido ente situaciones presenciales y virtuales.
3.
Modelo de docencia a distancia: el aula virtual como único espacio educativo
El tercer modelo
representa la actualización de la modalidad clásica de educación a distancia,
pero desarrollada en entornos exclusivamente virtuales. Apenas se produce
contacto físico o presencial entre profesor y estudiantes ya que la mayor parte
de las acciones docentes, comunicativas y de evaluación tienen lugar en el
marco del aula virtual. Este modelo es el que tradicionalmente se conoce como
e-learning, aunque las distinciones entre el blearning y el e-learning son cada
vez más difusas.
En esta modalidad
educativa el material o recursos didácticos multimedia cobran una especial
relevancia ya que el profeso de aprendizaje de los estudiantes estará guiado,
en su mayor parte, por los mismos. Asimismo la interacción comunicativa dentro
del aula virtual es un factor clase y sustantivo para el éxito del estudiante.
Requiere, para su desarrollo pleno, una organización institucional fuerte y con
relevancia que oferte titulaciones on line (asignaturas, cursos, máster,
doctorado) a través de campus virtuales gestionados por un equipo de expertos y
administradores. Actualmente existen universidades completamente on line (uno
de los ejemplos más conocidos es la UOC -Universitat Oberta de Catalunya), y
numerosos campus virtuales gestionados por universidades que tradicionalmente
han realizado su docencia de forma presencial (acceso a campus virtuales de las universidades españolas).
UN EJEMPLO PRÁCTICO QUE EXPONGO A CONTINUACIÓN
REALIZADO POR UN GRUPO DE INVESTIGADORES DE LA URV I DE LA UNIVERSIDAD JAUME I:
GET es un
equipo multidisciplinar formado por investigadores de las Universidades Rovira i Virgili de Tarragona y Jaume I de Castellón. En la actualidad GET está
desarrollando un proyecto de investigación financiado por la Comisión
Interministerial de Cencia y Tecnología (CICYT-Tel'96-1383)) cuyos objetivos
fundamentales son:
1. Implementar un entorno virtual de
enseñanza/aprendizaje (EVE/A) experimental en Internet, basado en aplicaciones
informáticas y estándares abiertos y aplicable a nuevos escenarios educativos
como la formación en el puesto de trabajo en la pequeña y mediana empresa y la
formación a distancia y presencial virtual en contextos universitarios.
2. Desarrollar metodologías y estrategias
didácticas aplicables a entornos tecnológicos de formación abierta y a
distancia e identificar y describir las destrezas y capacidades necesarias de
los distintos participantes en el proceso.
3. Diseñar protocolos de evaluación de la
calidad de las experiencias didácticas.
Elementos conceptuales del EVE-A (Entorno
Virtual de Enseñanza-Aprendizaje).
Un entorno virtual de enseñanza/aprendizaje
(EVE/A) es un conjunto de facilidades informáticas y telemáticas para la
comunicación y el intercambo de información en el que se desarrollan procesos
de enseñanza/aprendizaje. En un EVE/A interactúan, fundamentalmente, profesores
y estudiantes. Sin embargo, la naturaleza del medio impone la participación en
momentos clave del proceso de otros roles: administrador del sistema
informático, expertos en media, personal de apoyo, etc.
Fig. 1: Representación gráfica de las
especificaciones del EVE-A
Los
problemas fundamentales que debe afrontar un EVE/A se resumen en un término:
heterogeneidad. En primer lugar, heterogeneidad del ancho de banda del canal
(entornos intranet/internet), de los tipos de media (texto, hipertexto,
gráficos, audio, vídeo, aplicaciones informáticas, interacciones con sistemas
informáticos, navegación por bibliotecas virtuales, etc.), de los estudiantes,
de los distintos papeles que es necesario desempeñar de manera coordinada
(profesores, tutores, diseñadores del currículum, administrador de sistemas,
expertos en media, expertos en la elaboración de contenidos, etc.). Finalmente,
la heterogeneidad de las plataformas hardware/software desde las que se debe
poder acceder al sistema implica adoptar protocolos estandarizados y abiertos
para los cuales existan aplicaciones suficientemente experimentadas.
A nivel conceptual cuando nos planteamos el
diseño de un EVE-A desde dos niveles diferentes:
1. Interfaz del Usuario (o
"front-end"): Teniendo en cuenta que los usuarios serán básicamente
de tres tipos: profesores, alumnos y administradores del sistema,
considerándolos, si es posible, de un modo independiente tanto a nivel de
hardware como de software.
2. El Módulo de Enseñanza-Aprendizaje (o
"back-end"): Se han de poder implementar en este entorno todos los
servicios que se requieren para el óptimo desarrollo de los procesos de E-A.
Tanto en el diseño como en el proceso de
implementación de entornos de formación a distancia y de trabajo colaborativo
se han utilizado aplicaciones de Internet y herramientas para la presentación
de los materiales en formato multimedia. Desde el punto de vista de su uso
podemos clasificar estas aplicaciones en dos apartados:
* Herramientas de comunicación/colaboración:
orientadas a facilitar la comunicación y el uso de la información tanto a nivel
individual como a nivel grupal.
Fig. 2: Ejemplo de uso del entorno de trabajo
*
Herramientas de navegación y búsqueda: orientadas a facilitar al usuario la
búsqueda y recuperación de la información en función de sus necesidades.
Fig. 3: Ejemplo del resultado
de un
proceso de búsqueda de información en la red integrada en el entorno de
trabajo.
Si nos centramos en el primer grupo,
herramientas para la comunicación y la colaboración, apropiadas para su uso en
un EVE-A, hemos de distinguir entre dos grupos de herramientas:
* Heramientas para la Comunicación Asíncrona:
pensadas para la comunicación en tiempo no real (correo-e, news).
* Herramientas para la Comunicación Síncrona:
pensadas para los procesos de comunicación en tiempo real (IRC,
audio-videoconferencia).
El interfaz de usuario se basa en un navegador
WWW ya que dos objetivos fundamentales son la simplicidad y la independencia de
la plataforma utilizada. La interacción con el ususario se consigue a partir de
formularios en HTML (utilizando el protocolo CGI), JavaScrip y JAVA.
El módulo de E-A de la aplicación integra los
siguientes servicios:
* Datos de gestión (base de datos).
* Comunicación asíncrona básica (correo-e,
listas de dicusión, servicio de news).
* Comunicación asíncrona avanzada o multimedia
(vídeo "on-demand").
Fig. 4: Ejemplo de un documento de video
"on-demand"
*
Comunicación síncrona básica (Chat).
* Comunicación síncrona avanzada (video
conferencia).
* Apoyo al trabajo colaborativo y en grupo.
* Materiales curriculares en formato
electrónico.
* Herramientas de apoyo a la orientación, la
tutoría y seguimiento de los alumnos.
* Herramientas de apoyo al diseño y desarrollo
de materiales y para la integración de los ya existentes.
Gráficamente, en cuanto a los componentes del
enterno y las relaciones que se establecen entre ellos, podríamos representarlo
como sigue:
Fig. 5:
Relaciones de comunicación que se establecen en el EVE-A
(Rallo,
Adell y Gisbert, 1997)
Primeras experiencias-lecciones aprendidas
Las conclusiones que presentamos deben
considerarse preliminares puesto que estamos en fase de experimentación del
EVE-A, aún así creemos que podemos hacer algunas consideraciones a dos niveles:
a nivel pedagógico-didáctico y a nivel técnico.
Aspectos pedagógico-didácticos
La utilización de espacios virtuales para la
formación ha generado nuevos tipos de espacios de enseñanza y también de
aprendizaje en los que ni el profesor ni los alumnos necesitan las sesiones
cara a cara típicas de los planteamientos presenciales. Por tanto la primera
conclusión a la que hemos llegado es que es necesario cambiar nuestra
concepción clásica de "profesores de aula".
Por todo ello, es necesario revisar los roles
clásicos del profesor y los alumnos. En el primer caso, es necesario determinar
cuáles son las estrategias que permitirán desarrollar sus funciones en un
entorno de estas características. También será necesario revisar los elementos
clave de la profesionalización docente en entornos de formación presenciales.
Además, el profesor, para poder desarrollar su función docente en un entorno
tecnológico deberá contar necesariamente con un buen dominio de la tecnología a
nivel de usuario (como mínimo) y será tanto más creativo e innovador cuanta más
capacidad tenga para comprender (aunque no tendrá que diseñar) todos los
aspectos técnicos.
Del mismo modo, también cambia el rol de los
alumnos. Los alumnos tendrán una parte activa en el proceso de E-A y no sólo
pasiva (de meros receptores) como suele ocurrir con frecuencia en los entornos
presenciales. Los feed-backs que ellos puedan generar dentro del sistema serán
fundamentales para que el sistema sea capaz de adaptarse a las necesidades de
los usuarios.
El uso de sistemas de hipermedia distribuida
favorece claramente el desarrollo de materiales curriculares dinámicos, no sólo
ricos en contenidos sino también motivadores y fáciles de usar para los
alumnos. La parte más compleja de este tipo de material es la que afecta al
profesor pues el proceso de diseño y desarrollo de éstos es mucho más complejo
que el diseño y desarrollo de materiales escritos (en formato clásico). El
hecho de diseñar unos materiales sin tener unos buenos referentes de los
potenciales usuarios, ni una concepción clara de los objetivos que se pretenden
conseguir pueden generar procesos de aprendizaje en los alumnos muy caóticos a
la vez que disminuir y restar efectividad al proceso de formación.
Aspectos tecnológicos
Simplicidad, independencia de plataformas y
flexibilidad son los principales objetivos en el diseño de aplicaciones basadas
en Internet y orientadas a la educación y a la formación. Creemos que es
fundamental separar la interfaz de usuario del funcionamiento lógico de las
aplicaciones a nivel técnico pues éste debe ser flexible y extensible en
función de las necesidades que se vayan generando tanto en el propio entorno
como en cada uno de sus usuarios.
Creemos que es fundamental haber basado el
EVE-A en dos tipos de componentes:
* Un servidor http que soporte aplicaciones en
Java.
* Un sistema de gestión de datos con soporte
SQL/OODB.
La integración de audio-video en el EVE-A
requiere el uso de técnicas multicast para la optimización del consumo del ancho
de banda si se transmiten eventos en directo y protocolos RTP para los
documentos audiovisuales bajo demanda.
Como resumen final, decir que para que el
diseño de un entorno de estas características resulte operativo a nivel
pedagógico es fundamental el conformar un equipo interdisciplinar en el que
tanto los componentes que provienen del campo tecnológico como los que
provienen del educativo intenten integrar y compartir unos objetivos comunes
con el correspondiente esfuerzo, teniendo en cuenta que a nivel conceptual se
generan muchas dudas y problemas derivados, a veces del desconocimiento y a
veces de la falta de dominio de los contenidos tanto tecnológicos como
educativos, depende desde donde se enfoque el tema.
Aprovecho para felicitar a estas dos Universidades por su trabajo y que
espero me sirva de base para mi proyecto y posterior Tesis Doctoral sobre
ESTRATEGIAS Y EVALUACIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA FORMACIÓN Y EN LA
EDUCACIÓN DE ENTORNOS INCLUSIVOS: ESCUELA, UNIVERSIDAD,
EMPRESAS....
JUANDON